Al fin la espera termino y pudimos ver en vivo a la que es, para mi, la mejor banda del mundo, rage against the machine.
Faltaban casi 5 minutos para las diez de la noche y las luces del estadio Bicentenario de La Florida se comenzaron a apagar, comenzaron las sirenas y Testify exploto en nuestros oidos, toda la gente comenzo a saltar y a disfrutar este bombardeo llamado rage against the machine.
El despliegue de seguridad en el estadio era, a lo menos, llamativo. Fuerzas especiales se encontraban rodeando el estadio, procurando que la caldera no estallara. En el interior, los guardias rodeaban todos los sectores, en vista que el público colmaba hasta más no poder la cancha. Por su parte, rock area –o la muy poco popular cancha vip- estaba a medio llenar, algo que no es una novedad en todo caso. Bastaron un par de detonadores, algunas personas que desafiaron en Andes a Fuerzas Especiales tratando de derribar las rejas para luego tirarse a cancha y el grito desesperado por agua de cientos de personas apretujadas, para que el relajo en cancha vip, donde incluso había personas bailando al son de la música de fondo, se viera interrumpido por una horda de fanáticos que dejaron atrás a todo el operativo de seguridad, vallas y guardias incluidos.
Fue tal el impacto, que a los de camisa reflectante no les quedó otra que darse por vencidos, mientras, los que se encontraban en pacífico, ni siquiera se atrevieron a prestar ayuda a sus compañeros. Era la realización de la rabia contra la máquina, la rabia contra el sistema, el derrumbe de clases y la división de sectores. Era el preámbulo digno para el debut de Rage Against the Machine en Santiago, todo, a solo minutos de su salida. En las afueras, el ambiente era similar, casi como si hubiera vuelto la detención por sospecha.
Pocos minutos antes de las 10 de la noche, y ya con una rock area repleta, el cuarteto subió al escenario. De la Rocha saluda, “nosotros estamos Rage Against the Machine” y la larga espera por verlos en vivo en Santiago explotó con los acordes de ‘Testify’ y, posteriormente, ‘Bombtrack’. Toda la masa saltaba sin parar, mientras flameaban banderas con la estrella roja y otras que también apoyaban la causa mapuche. Apenas habían transcurrido unos segundos de su presentación, se podía dar por sentado que estábamos frente a un espectáculo único, digno de postal. Fuerzas Especiales se estaba formando al costado de cancha, mientras el helicóptero de Carabineros sobrevolaba el Estadio Bicentenario y el desato continuaba en los 20 mil fanáticos de Rage Against the Machine.
La batalla de Santiago había transcurrido en cancha y ‘People of the Sun’ se convertía en su proclama, con bengalas inclusive y una energía que no claudicaba. La banda ofrecía lo mejor de ellos, con una performance sobresaliente y un sonido de gran calidad que estrechó aún más el lazo empático que se vivía en ese instante. Todos formaban parte de la misma batalla. Morello, como siempre, impecable, Zack entregándolo todo y Commerford y Wilk que no daban respiro. Para la siguiente, ‘Know Your Enemy’, De la Rocha terminando con un final para la memoria en que “all of which are American Dreams” fue pronunciado por las miles de voces que no pretendían apagarse.
Tom Morello, iluminado sobre un rincón del escenario, comenzó con sus truquillos en las seis cuerdas en una breve intro para ‘Bulls on Parade’. Más bengalas, fans que se cantaban hasta las notas de la guitarra y un éxtasis que no pretendía terminar. ‘Township Rebellion, ‘Down Rodeo’ y ‘Bullet in Your Head’ se prestaron como un instante de “calma” entre medio de tanto sobresalto y, adelante, lo que se veía no eran efectos especiales, era el vapor que exudaban las colmadas filas en frente de la banda, con un De La Rocha que se mostraba cada vez más sorprendido. La intensidad vivida en esos minutos funcionó como combustible para mantener a una audiencia prendida por más de una hora. “A BULLET IN YOUR HEAAD!”, gritar o morir.
Cada uno de los miembros del grupo tuvo su momento para realizar una breve improvisación. Ahora era el turno de Tim Commerford en el bajo, que dio el pie para ‘Calm Like a Bomb’.
Solo para nervios de acero. Si ya hasta ese entonces el despliegue había sido arrollador, con ‘Sleep Now in the Fire’, una de las más “melosas” del catálogo de los californianos, hubo un verdadero movimiento telúrico que sacudió a todo el Bicentenario, más aún cuando hablamos de una banda que lo deja todo en el escenario. In-cre-í-ble.
Luego de un breve solo de Wilk en la batería pasamos a ‘Guerrilla Radio’. El show ya había tomado el matiz de épico y el público era conciente de eso.
Con Rage Against the Machine, la impronta es de pura actitud, una clase de cómo hacer vibrar a toda una muchedumbre sin parar, puro power hasta por la sangre. Tras los vítores de cierto sector del público por la liberación mapuche, la primera parte del concierto finalizaba con ‘Wake Up’, y Morello saliendo con una bandera chilena con el logo de The Battle of Santiago.
Pasado el receso, el conjunto vuelve al escenario y Zack de la Rocha con un papel en la mano.
Pidió disculpas, humildemente, porque su español no era bueno (aunque era mucho mejor que el de otras estrellas que han hecho el intento de pronunciarlo) y ofrecieron un mensaje de apoyo y “de poesía” a los mineros de San José (“San Juan” en palabras de De La Rocha) con ‘Canción del minero’ de Víctor Jara. Apenas finalizaron, dedicaron el tema siguiente a un “increíble hermano”, Roberto Bolaño, era ‘Freedom’.
El cierre fue glorioso con ‘Killing in the Name’. No pudo haber sido de otra manera. El mayor hit de Rage Against the Machine y un himno para toda una generación, que mantuvo arriba las revoluciones del público con un mosh pit más evidente que en todo el resto del show y ya prácticamente con las 23 mil personas saltando al ritmo de “la guatona tetona”, como entonaba la mayoría. Todos para Rage, Rage para todos. Habríamos podido escucharla una y mil veces, pero la banda ya se despedía. Solo una hora 20 minutos, que fue vivida de forma extrema. Para la memoria de los espectáculos de rock en Chile. El superlativo que sea, eso fue The Battle of Santiago.
Review de www.rockaxis.com
Y ahora lo mas esperado, la descarga en mp3, con caratulas:
Tracklist:
01-Testify
02-Bombtrack
03-People Of The Sun
04-Know Your Enemy
05-Bulls On Parade
06-Down Rodeo
07-Township Rebellion
08-Bullet In The Head
09-Calm Like A Bomb
10-Sleep Now In The Fire
11-Guerrilla Radio
12-Wake Up
13-Cancion del Minero (Victor Jara)
14-Freedom
15-Killing in the name
pass:guerrillaguitar.blogspot.com
Acceso a los mejores videos (Youtube):
Bonus:
Luego del concierto RATM se paseron por Santiago y visitaron muchos lugares importantes, como la moneda, el estadio nacional y el cementerio general para visitar las tumbas de Salvador Allende y Victor Jara. Tal como lo escribio Tom en su twitter:
"Visited Victor Jara's and Allende's graves today,graves of the disappeared.Santiago Stadium, Presidential palace.Rest in Peace ghosts of '73"
https://twitter.com/tmorello/status/27159979501
Eso es todo, saludos.
Gracias Karlos por compartir el audio de RATM, tu blog está muy bueno
ResponderEliminarFavor indicar el Pass Karlos...
ResponderEliminardonde se consigue el concierto grabado por la radio!!! este concierto no me gusta, suena bastante feo!!!!
ResponderEliminarGracias!
pablo
PD: se conseguira el grabado de la consola???
si lo supiera ya lo hubiera subido, si lo llego a encontrar lo subo, si lo encuentras tu me avisas, saludos.
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